Materiales psicológicos en terapia: ocho trucos para aprovecharlos al máximo

Materiales psicológicos en terapia: ocho trucos para aprovecharlos al máximo

En el mundo de la terapia para adultos, adolescentes y niños, los materiales psicológicos son complementos perfectos a la terapia tradicional o a la ‘palabra’, muy útiles para integrar conceptos, hacer psicoeducación, fomentar la reflexión y la creatividad de tu paciente, facilitar cambios…

En mi caso, como creadora de materiales, y si ya has comprado alguno, sabrás que elaboro sobre todo guías que incluyen tarjetas (a veces ilustradas) con hojas de ruta y ejercicios prácticos para que sean fáciles de usar y podáis sacarles el máximo jugo (y trabajar todo tipo de problemáticas psicológicas con ellos).

 

8 trucos para aprovechar al máximo tus materiales psicológicos

Pero, ¿cómo desbloquear aún más todo su potencial? Si usas materiales psicológicos, te traigo algunas ideas de lo más utiles, que podrás poner en marcha en tus sesiones y con tus pacientes.

 

1) Personaliza y selecciona bien 

Antes de cada sesión, selecciona cuidadosamente los materiales psicológicos que mejor se adapten a las necesidades específicas, objetivos terapéuticos y estilo de aprendizaje de cada paciente

Verás cómo esta personalización aumenta la efectividad de tus sesiones.

2) Integra los materiales de forma fluida

Incorpora los materiales de manera natural en el flujo de la conversación terapéutica. Úsalos como punto de partida para generar reflexiones y diálogos más profundos, haciendo preguntas como «¿Qué opinas de lo que dice aquí? ¿Te pasa? ¿Cuándo? ¿Por qué…?»

3) Fomenta la participación activa de tu paciente

Anima a los pacientes a interactuar directamente con los materiales. Pídeles que seleccionen las tarjetas que les resuenen, que creen sus propias interpretaciones de las imágenes o que completen ejercicios prácticos. Esto promueve un aprendizaje más activo y significativo.

4) Adáptalos y pon en práctica la flexibilidad

Aunque los materiales suelen venir con guías de uso, sé flexible en su aplicación. Adapta las instrucciones según las necesidades del momento y no temas combinar diferentes materiales o crear nuevos ejercicios basados en ellos.

5) Úsalos como una herramienta de exposición gradual

Si trabajas con pacientes con ansiedad, puedes utilizar los materiales psicológicos como parte de una estrategia de exposición controlada. Empieza con situaciones menos estresantes representadas en las tarjetas y avanza gradualmente hacia escenarios más ansiógenos.

6) Crea «cajas de recursos» personalizadas

Ayuda a tus pacientes a crear su propia colección de materiales psicológicos útiles. Esto puede incluir tarjetas con técnicas de relajación, afirmaciones positivas o estrategias de afrontamiento que puedan usar entre sesiones.

7) El seguimiento y la práctica en casa

Asigna «tareas» utilizando los materiales psicológicos para que los pacientes practiquen en casa. Esto refuerza el aprendizaje y permite aplicar las habilidades en situaciones de la vida real, generalizando el aprendizaje de dentro de la consulta a la ‘vida real’.

8) Evalúa y ajusta contínuamente

De forma regular, evalúa la efectividad de los materiales que vayas utilizando. Pregunta a tus pacientes qué encuentran más útil y ajusta tu enfoque en consecuencia. No tengas miedo de descartar lo que no funciona y de experimentar con nuevas formas de usar los materiales.

 

Render 3D de bolígrafo con cuaderno

Fuente: Freepik

 
Recuerda, los materiales psicológicos son herramientas originales y complementarias que amenizarán tus sesiones, pero su efectividad tiene que ver, sobre todo, con cómo los integras en tu práctica terapéutica y con cómo los adaptas a las necesidades únicas de cada paciente. ¿Te animas a poner en práctica todos estos trucos?