Tipos de relaciones de pareja: cuáles existen y cómo saber en cuál estás
¿Cuántos tipos de relaciones de pareja existen? Como psicóloga en Reus, mi propio trabajo en consulta y realizando terapia de pareja y terapia psicológica para adultos me lo confirma: tantos como personas en el mundo.
Pero desde la psicología, podemos hablar de algunos de ellos, en función del criterio que usemos para clasificarlos. No para etiquetar, encasillar o limitar, sino para ¡conocer y conocernos!
Porque hablar de ellos no es poner etiquetas, sino reconocer que existen diferentes formas de vincularse, en función de muchas variables. Y que, según nuestra historia emocional, aprendemos a amar de una manera concreta.
Tipos de relaciones de pareja, según la psicología
Cada relación de pareja tiene su propio lenguaje afectivo, sus dinámicas y sus heridas. Pero, en general, podemos identificar varios estilos o tipos, que más que “categorías fijas”, son reflejos de cómo aprendemos a amar y ser amados.
Hemos seleccionado algunos de ellos, aunque, insisto, existen infinidad de relaciones, y muchas veces no podremos «clasificarlas».
1. Relaciones de pareja: la relación espejo
Es ese tipo de relación que te devuelve partes de ti que no siempre quieres ver. Te muestra tus miedos, tus inseguridades y tu forma de reaccionar ante el amor. En las relaciones espejo hay mucha intensidad: lo que sientes por el otro es profundo, pero también agotador. A menudo aparecen frases como “no sé por qué me altera tanto” o “saca lo peor y lo mejor de mí”.
Este tipo de vínculo suele tener un enorme potencial de crecimiento, pero también requiere autoconocimiento. Es común en personas que están en pleno proceso de evolución personal o que repiten vínculos pasados sin resolver.
2. Relaciones de pareja: la relación compañera

Fuente: Pixabay
Es uno de los tipos de relaciones de pareja más estable y tranquila. Aquí predomina la cooperación, la complicidad y la sensación de hogar. No suele haber grandes altibajos, sino un sentimiento de seguridad emocional.
Sin embargo, a veces la calma puede confundirse con rutina o falta de pasión. Este tipo de pareja necesita cuidar los pequeños detalles: compartir tiempo de calidad, comunicarse y no dejar que la vida cotidiana se lo coma todo.
3. Relaciones de pareeja: la relación emocionalmente dependiente
En este tipo de relación, el amor se confunde con necesidad. Uno o ambos miembros temen perder al otro y eso les lleva a actuar desde el miedo o el control. Las emociones suelen ser intensas y cambiantes: euforia, ansiedad, tristeza…
Este patrón suele estar muy relacionado con los tipos de apego que desarrollamos en la infancia. Por ejemplo, el apego ansioso, que es un tipo de apego inseguro, puede llevar a buscar constantemente la validación del otro, mientras que el evitativo (también un apego inseguro) tiende a alejarse ante la cercanía emocional.
- Si te interesa profundizar en este tema, puedes probar las tarjetas de dependencia emocional y autoestima de mis materiales psicológicos. Son recursos prácticos que ayudan a identificar los patrones afectivos y a poner conciencia en el modo en que te vinculas.
4. Relaciones de pareja: la relación consciente
Este otro de los tipos de relaciones de pareja no es perfecta, pero sí madura. Ambas personas se esfuerzan en comunicarse, reconocer sus heridas y respetar los espacios individuales. No buscan que el otro les complete, sino que les acompañe.
Las relaciones conscientes surgen cuando cada miembro ha hecho un trabajo personal previo —muchas veces a través de la terapia psicológica para adultos— y entiende que amar no es perderse en el otro, sino compartir desde la autonomía emocional.
En este tipo de relaciones de pareja, los conflictos no desaparecen, pero se abordan desde la comprensión. Hay honestidad, límites sanos y un compromiso con el crecimiento mutuo.
- Si como profesional de la psicología o paciente este tema te interesa, no te pierdas las tarjetas de comunicación en pareja de mi tienda de materiales psicológicos.
Tipos de relaciones de pareja: ¿en cuál estás?
¿En cuál de los tipos de relación de pareja estamos? Una forma sencilla de descubrirlo (o al menos, de acercanos a ello), además de la terapia psicológica (con la que trabajar de forma mucho más profunda) y de escucharnos y conocernos, es observar cómo te sientes dentro de tu vínculo. Hay algunas preguntas que puedes hacerte, como por ejemplo:
¿Te sientes libre o en deuda?
¿Sientes calma o miedo a perder al otro?
¿Te conoces mejor desde que estás en esta relación o te has ido apagando poco a poco?
Las respuestas a estas preguntas suelen darte más información que cualquier etiqueta. A veces, una relación de pareja puede comenzar siendo espejo y transformarse en compañera o consciente. No se trata de encasillarte, sino de entender qué te enseña esa etapa de tu vida.
También puedes prestar atención a cómo gestionas las diferencias. En las relaciones de pareja sanas hay espacio para el desacuerdo sin que eso ponga en riesgo el vínculo. En cambio, cuando todo se percibe como una amenaza, suele haber heridas de apego que necesitan ser atendidas.
Transformar tu relación empieza por ti
Reconocer en qué tipo de relación estás es solo el primer paso, que además fomentará tu autoconocimiento personal y tu autoestima a través de los vínculos.
Aquí se trata de mirar hacia dentro y de comprender qué parte de ti sostiene esa forma de amar. ¿Qué te hace quedarte en una dinámica que te duele? ¿Qué creencias tienes sobre el amor y la pareja?
Ahí es donde la terapia psicológica para adultos puede ser un punto de inflexión. Porque no se trata solo de “arreglar la relación”, sino de aprender a construir vínculos más seguros, auténticos y libres de dependencia.
Tipos de relaciones de pareja: esto nos enseñan
Trabajar en ti mismo te permite transformar la manera en que eliges, te comunicas y te vinculas. Porque, al final, todos los tipos de relaciones de pareja nos enseñan algo sobre nosotros: algunos nos muestran nuestras heridas, otros nuestra capacidad de amar con madurez. Y entenderlo es el primer paso para dejar de repetir historias y empezar a escribir la tuya propia.
En definitiva: no hay un único modo de amar, pero sí formas más conscientes de hacerlo. Conocer los tipos de relaciones de pareja te ayuda a entender tus patrones, tus necesidades y tus límites. Y si sientes que algo no encaja, pedir ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino de valentía emocional.
Con cariño,
Laura 🙂


